En un punto en nuestro camino espiritual aprendemos que las experiencias desafiantes y personas desafiantes para nosotros nos ayudan a evolucionar, entonces abrazamos la lección oculta en una situación, porque si intentamos controlar todo desde nuestro ego, podríamos perdernos las lecciones, y si seguimos evitando las lecciones el tema es que cada vez se vuelve más difícil alinearnos con nuestro camino almico y encarnar nuestra esencia del alma.
Entonces, la pregunta es, cuándo una situación difícil nos esta ayudando a crecer, y cuando esta básicamente consumiéndonos, drenándonos.
Lo que he notado es que para estos casos aplica la ley de retornos decrecientes, que dice que, al principio, cuando seguimos invirtiendo en algo, la tasa de ganancia sube, pero, en cierto punto, si seguimos invirtiendo en eso, la ganancia disminuye progresivamente, hasta empezar a restarnos.
Esta es la analogía, cuando estamos en una situación desafiante, al principio aprendemos las lecciones, nos beneficiamos de esa situación, pero en cierto punto, si seguimos en esta situación nos empezamos a sentir cada vez peor, desconectamos de nuestra alma, de quienes somos, vivimos desalineados, ese es el caso, por ejemplo, de relaciones y trabajos que no son para nuestro mayor bien, pero sí para un aprendizaje específico.
A veces, cuando aprendemos una lección, la situación externa cambia, porque cambiamos en el interior, pero otras veces debemos HACER algo en lo externo para cambiar esa situación, es muy importante saber cuando actuar y cuando deberíamos dejar una situación difícil, relación, trabajo, etc.
Llega un punto en nuestro viaje en que podemos saber EL MOMENTO EXACTO en que cruzamos ese punto, ese umbral, cuando la experiencia que nos estaba ayudando a crecer ahora nos hace sentir mal, estancados, bajos. y en este punto, debemos tomar acción y dejar esa situación.
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